Así no

Viendo las noticias y leyendo los periódicos locales, en las que se trata la huelga de limpieza que está ocurriendo en los aeropuertos de las Baleares, se me revuelve el estómago al ver las imágenes del típico sindicalista piquetero, con silbato, pegatina y pancarta, rompiendo papelitos y lanzándolos al aire. Ensuciar por el mero hecho de ensuciar. Premeditación y alevosía.

Partimos de la base de la existencia del derecho fundamental a la huelga defendida por la Constitución Española de 1978 en su artículo 28.

No conozco el motivo por el que se celebra esta huelga, supongamos que el colectivo de limpieza tenga razón, y estoy practicamente seguro de que así es. Pero me parece que las formas tiran tierra (como hacen los ilustres piqueteros y piqueteras) a esos motivos.
Y digo yo, ¿no ha salido, hace relativamente poco, un bando del Ayuntamiento en el que se multa a todo aquel que ensucie a propósito? ¿No es de aplicación en el aeropuerto?
A lo mejor a los compañeros y compañeras piqueteros y piqueteras que salen por televisión y por los periódicos ensuciando y divirtiéndose les gustaría que fueran una pandilla de amigos y amigas, compañeros y compañeras todos, a vaciar papeleras, contenedores, y tocar silbatos delante de su casa.
Y no sólo es por la imagen que dan al turista despistado que llega, y al mundo en general, es por la poca sensación de confianza -yo no quiero que "defienda mis derechos" gente así- Quiero pensar que no todos los sindicalistas son iguales.
En el fútbol, cuando se agrede a un árbitro, se dice que el desalmado de turno no representa a la afición del equipo en cuestión. Me gustaría poder aplicar ésto a los "ultras de los aeropuertos"
Como diría el gran Groucho Marx "¿A quién va usted a creer? ¿a mi o a sus propios ojos?"

ENSUCIAR PARA HACER GRANDE UNA HUELGA
-Antònia Pellicer, Mallorcadiario.com- 20/7/05
A nadie se le escapa que la suciedad acumulada en el aeropuerto de Son Sant Joan durante la jornada del martes fue provocada por los propios sindicalistas y trabajadores en huelga. Que los empleados del sector de la limpieza defiendan sus intereses laborales es lícito y constitucional, que se concentren para reclamar una solución es también muy lógico, pero nadie puede entender que haya que ensuciar deliberadamente todo un aeropuerto, la puerta de entrada a la isla, para que el conflicto adquiera una mayor dimensión mediática. Porque, no hay que engañarse, los propios huelguistas se encargaron de ensuciar el aeropuerto para que su protesta tuviese más trascendencia y para avisar a la patronal de que la situación debe solventarse "por las buenas o las malas", como diría Manuel Pelarda, en los próximos. Pero no deja de ser penoso que a estas alturas todavía algunos tiren basura en todo un aeropuerto para que seamos la vergüenza de todo el país, del mundo entero. Es de juzgado de guardia, vaya.

MANO DURA CONTRA LOS HUELGUISTAS QUE ENSUCIAN
Antònia Pellicer -Mallorcadiario.com- 22/7/05
Delegación del Gobierno debería actuar de oficio y saber qué ha ocurrido en el aeropuerto de Palma. Este mismo viernes, el portavoz del Govern y conseller de Turisme, Joan Flaquer, ha instado a Ramón Socías a que inicie un expediente informativo para saber quiénes son los responsables del "guarro" espectáculo vivido en Son Sant Joan. Y parece lógico. Los que han tirado basura en los aeropuertos, los que han convertido Son Sant Joan en un basurero, los que han provocado que seamos noticia negativa en media Europa, deben pagar sus fechorías. Ya lo hemos dicho en más de una ocasión. Una cosa es hacer una huelga, que es un derecho fundamental reconocido en la Constitución, y otra cosa hacer el gamberro para conseguir con malas artes lo que no puede obtenerse mediante la negociación. Los piquetes informativos, los trabajadores y sindicalistas que han tirado basura en los aeropuertos deben pagarlo con multas o lo que sea. Deben conocerse sus nombres, saber quiénes son los responsables -por llamarlos de alguna manera- del desastre del aeropuerto. Y hay que actuar de oficio, sin esperar a que la situación empeore.